Zambeando

De repente me asalta tu imagen
Sabís de que tenís cara?
De guerrillero de la sierra
Asi en plan zapatista
Te veo dándote vueltas por la espesura de algún bosque
Peleando con mosquitos y el miedo a que te encuentren
Ahí te veo
Con tu barba y tus cejas
Y tus ojos
Al servicio de alguna revolución
Quizás con tus perros
Y tus chalecos de punto grueso, ahora comidos por las polillas
Y tu sonrisa.

Bertoni y el papel

Vamos dándole.
El tiempo pasa y yo cada vez me parezco más a Bertoni.
Cada vez mis cuadernos son como sus cuadernos y cada vez lo entiendo más-
Ese Bertoni triste y reiterativo de un amor que no le corresponde.
Porque el papel lo aguanta todo.
Todas las veces que quieres llorar por la misma cosa.
Páginas y páginas de las mismas cavilaciones.
El papel te recibe, no se queja y no te juzga.
Entonces uno llena más páginas con la secreta esperanza de que alguien las lea y entienda.
Pero al mismo tiempo con el deseo imperioso de que nadie las encuentre nunca.

Todo camino puede andar

Estoy armando
Un par
de Puentes Amarillos
Para ir donde estas tú
O para ir donde no estás
Pero tienen que ser más de dos
para que la Cantata del Flaco tenga sentido.

Conjunción

Sentimiento.
Porque Sentí y Miento.

Saber

Supieras todo lo que sé. Supieras todo lo que sé. O tal vez no sé. Mientras más sé. Sé menos. Soy menos? Sé menos dice ahí. Como somos menos? Tú eres menos? Yo soy menos. Y menos sé

Jugo Lunar

Sé que tienes la gran duda. O la tengo yo. En realidad.
Ya no me sé. No me sé mujer, no me sé opción. No me sé nada.
Me siento invisible, desechable, lluvia en el desierto evaporada en un segundo. O en dos.
Luna que todos saben que existe.  Pero no todos miran el cielo de noche.
Pocos miran al cielo de noche.
Y para que.
Si está tan relejos.
Estaré yo así de lejos?
Seré tan invisible?
Como una añañuca en Atacama.
Florcita de día que se ve y se deja pasar.
Así de rápido me ven y me dejan pasar.
Soy solo un momento fugaz. Un momento y luego nada.
Nunca
Nada.

6.00

Y al fin que aquí estamos. Estoy. Están.
no sé que es lo que pretendo, solo se que son las cinco de la mañana (casi las seis) y no puedo con mi mente. Siento la cabeza llena de zumbidos de misteriosos bichejos que no me dejan dormir. Siento la voz de mi (conciencia?) que con sus gritos tampoco me deja dormir. Siento en mis ojos el peso de los siglos y eso tampoco me deja dormir. Cuando son las cinco de la mañana (casi las seis).